Mauricio

Pienso en Mauricio, que lo vi ayer y me dejó un par de pequeños regalos. Lo recordé y empecé a recordar a mis amigos Mauricio. Ayer hablé con otro amigo Mauricio, me llamó para decirme que le dolía el corazón pero que este fin de semana no podíamos vernos, pensaba ir a su casa en Llo-Lleo, con Maira. Mientras escribo recuerdo también a mi amigo Mauricio Dünner, empezamos a hacernos amigos ese primer fin de semana cuando volvíamos a Santiago desde Valparaíso. Amigos de la Universidad estos dos Mauricios. Me vuelvo al pasado a partir de lo más cercano, mi presente. También había empezado a pensar en las islas Mauricio, pero ese es otro cuento.

Ártbol

Inicio este escrito con un delicioso acto fallido. Iba a escribir árbol y me salió artbol. Puede que a la larga corrija el acto fallido, puede que no. Quería escribir de un árbol. Se trata del árbol que está en mi jardín. Antes del verano ha echado muchas hojas sobre mi pequeño patio interior. Eso me ha dado un trabajo que hoy, sin pensar, se convirtió en arcada de vómito. Pensé que no fue bueno tomar jugo o algo líquido que se me estaba devolviendo. ¿Qué tal si todos los días arreglara mi jardín interior? El solo hecho de hincarme ya era un ejercicio que me permitía ejercitar mis piernas y mi postura corporal. Y mientras hacía eso llegué a pensar en el árbol a mi lado del que habían caído todas esas hojas. Y pensé en escribir de él.

Naturaleza viva

Interaccionamos los seres vivos
Hasta con los diálogos de pájaros
Hasta con los diálogos de seres humanos
Interaccionamos los seres vivos

(DArART)

Te regalo esta flor

Te quise regalar una flor pero no lo hice y no fue por desamor sino por esperar el mejor momento, siempre te gustaron las flores, sino, mira, aquí te traigo flores. Basta de esperar, aquí estoy contigo.

(DAnART)

Todo a nuestro favor

Cuando esperamos y esperamos, y aparece lo que más anhelábamos
Cuando buscamos y soñamos, imaginando tantas veces ese encuentro, esa mirada o ese tacto sutil y regenerador
Cuando sentimos que ya es suficiente pero igual seguimos
¿No crees que es hora de partir, ya?
Si, es hora de volar hacia las cumbres
No creas que has visto el camino
No creas que has visto tu destino
No creas que ya es suficiente
No creas
Siente
Respira profundo y escucha:
Un pájaro canta a tu alrededor


(Patricio Araya en colaboración con Dante Parra)

Tengo derecho a una nueva jugada

Estás buena, una vez más, te lo digo estás muy buena y no me sigas mirando como si me estuviera burlando de ti, porque te lo digo en serio, estás muy rica. La vida nunca más te dará otra, y te lo digo ahora y no te lo repetiré: sigue conmigo.
Oye, ¡no te vayas!

(con la colaboración de mi primo Dante Parra)

Aperturas y cierre

¿No se trataba de un cuento corto? Claro, siempre es lo mismo, me propongo un cierto fin o meta y después termino haciendo música improvisada.

Se me ocurren varios finales, por ejemplo que Porrado finalmente se separa de su tediosa mujer, tomando valor para afrontar su propia vida, tal vez conservando la zapatilla como un símbolo de una vida mejor. Un día tocan a su puerta, va a abrir y ahí está ella.
"Vengo por mi zapatilla"
Porrado queda paralogizado, mudo, emocionado, la presencia de Cenicienta, por fin, le parece un sueño tan contrastante con todo lo que le ha tocado que todo está teñido como de una cierta irrealidad. Torpemente la hace pasar y tartamudea como hacía tiempo no recordaba que le pasara. Cenicienta -que siempre leía las revistas del corazón- sabe que Porrado se ha separado, ella aprovecha su oportunidad y llena de valor ha encaminado sus pasos y su corazón a la casa del Príncipe. Etc.

Otro desarrollo sería que en realidad Porrado no sería el mentado príncipe.

Un tercer desarrollo sería una continuación del primer desarrollo pero multiplicado por varios, muchos años de convivencia. Porrado finalmente se hastía de la costumbre de Cenicienta de leer revistas del corazón y se da cuenta que no, que en realidad no era lo que él quería.

Otro desarrollo más es que Porrado no se separe y que Cenicienta se convierta en su amante, imaginando el encuentro inicial como algo muy erótico, con una Cenicienta muy atrevida que invita a Porrado a su casa y cuando él está ahí ella le pide que le de un momento, que necesita darse una ducha y después lo invita a él a que se bañen juntos, etc.

Pero no sé si realmente quiero seguir con esto: que Porrado y Cenicienta hagan lo que quieran. Yo quiero seguir escribiendo de mis cosas.