sábado, 11 de agosto de 2007

Mis amigos

Hoy he estado pensando gran parte del día en mis amigos, lo hacía cuando iba a ver a mi más viejo amigo, Bernardo, amigo de la infancia temprana, amigo, tanto como fueron amigos nuestros padres. Se trata de una amistad heredada. Mientras iba a su casa pensaba en mis amigos y también en que iba a escribir de ellos en esta nueva entrada. Mi cabeza se llenó de amigos, de frases, de ideas acerca de mis amigos, de la amistad, de cómo ha sido para mi tener amigos. Mientras escribo esto, escucho música de un amigo, amigo a quien no veo hace catorce años, pero con el que hoy conversamos por Messenger, mi amigo Matías. Escucho su música mientras escribo esto.
He perdido amigos, algunos se han ido con el paso del tiempo o porque hemos roto nuestra amistad. Ambos procesos han sido duros, durísimos, no quisiera volver a repetirlos o al menos el último. El año pasado murió un viejo amigo, Sergio, fuimos muy amigos, lo sentí como un hermano, mi hermano español, fuimos tan amigos, tanto, que cuando nuestra amistad terminó tan violentamente, sentí un gran dolor, un vacío, una necesidad de cercanía que en ese momento solo pude sobrellevar volviendo a Chile, a pasar unas vacaciones de Navidad. Estaba solo. Tal vez -y ese es mi aprendizaje-, tal vez la amistad es algo que tenemos que regalar a todo el mundo. Hacernos amigos del mundo. Mi amistad con mi amigo Sergio, fue una linda amistad, fue él quien me hizo dejar de sentirme extranjero mientras viví en España. Mi amigo Sergio. Cuando supe que estaba muy mal porque se había separado pude haberlo llamado, otro amigo me había dado las noticias de su quiebre. Pero no lo llamé. No. Algunos meses después ya no podría hacerlo nunca, ¿por qué no lo hice?, ¿por qué no he sido más generoso? A veces pienso que una llamada mía habría cambiado algo de su destino, tal vez, quien sabe, al menos del mío, porque cuando lloré su partida, volví a sentir que él era mi amigo y que lo había perdido, ahora si, para siempre.
Sueño mucho con España, sueño que estoy allí, nuevamente, que recorro sus calles y siempre en mis sueños siento una gran emoción. Siempre pensé que cuando fuera a España me encontraría con mi amigo Sergio, y que con el paso de los años nos volveríamos a encontrar y diríamos "no pasa nada, ¿cómo estás?". Ese sueño se rompió ese día que por Messenger mi amigo Javi me daba la noticia de que lo habían encontrado muerto en esa casa de campo donde tantas veces nos juntamos, hicimos fiestas, tocamos y conversábamos de la vida, de las mujeres, de nosotros.
Esta muerte y la pena que sentí de forma inesperada me ha hecho tener en cuenta algo importante en relación a mis amigos, el tiempo pasa, es urgente, a veces muy urgente, hacer valer lo mejor que tenemos y hemos tenido con quienes hemos caminado unos pasos en este mundo. Quiero cuidar a mis amigos y que ellos cuiden de mi. Quiero cuidar la amistad.

Mis amigos, mis grandes amigos, mis viejos y nuevos amigos. Tengo amigos a los que he visto sufrir, o que he visto caer y yo he sido un apoyo, he estado a su lado, les he dado mi comprensión y mis palabras; no sé si eso ha sido lo importante o solo el hecho estar para ellos.
He ido aprendiendo a pedir ayuda a mis amigos. Algunos me han tendido su mano inmediatamente, sin reservas, generosos en lo que pueden dar, otros han estado ocupados o me han dado pretextos que yo no daría, en fin... todos son mis amigos, a todos los acepto y sé valorar en lo que son y en lo que pueden o no pueden dar, aunque a veces puede doler pedir y no recibir. Te sientes solo.
Una vez, en el colegio, descubrí que un amigo me había robado un texto de estudio, descubrir eso me dejó muy sorprendido, no comprendí por qué hizo eso, lo pasé mal y me sentí engañado, mi hermana estuvo conmigo y consoló mi pena y desilusión. ¿Era un amigo?, claro que si, lo que pasa es que hay amigos y amigos.
Hay amigos con los cuales puedo ser muy intelectual y que me permiten serlo, hay otros con los cuales puedo abrir mi corazón, hay amigos que me generan preguntas y hay otros que me dan respuestas. Tengo amigos que están por venir y a veces temo que tengo amigos que se empiezan a alejar.
Dentro de mis amigos también considero a las mujeres, pero eso es otra historia, la amistad con la mujer es algo muy especial para un hombre, sobre todo si al principio ella le gustó.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Se siente el homenaje, Pato, conmueve. Creo que la amistad entre mujeres tiene otros matices. Hablamos mucho, hacemos muchos gestos. Podemos decir todo y nada al mismo tiempo. Somos capaces de intercambiar tanta información en forma espontánea y eficiente, y luego dispersarla y multiplicarla …
Justo, hace poco una amiga me hablaba de lo necesitados que están los hombres de conversar, porque hablan poco entre uds, pero que pocas veces una mujer puede llegar a las profundidades de diálogo que uds necesitan.
Por mi parte, yo sólo puedo decir que mis amigos varones nunca podrían ser otra cosa más que amigos. Por el contrario si un hombre me gusta…nada de amistad: sería como quedarse mirando desde afuera y a mí me gusta entrar.
Y tú ¿cómo resuelves esto?, mira que tu advertencia también es una promesa eh?…
Abrazote fuerte Patito.

Patricio dijo...

No sé Cris, la verdad no sé, si quiero ser honesto contigo me parece que la cabeza del hombre es más polígama que la de las mujeres, aunque varias de Uds. me han dicho que son igual de picaflores -mentalmente-, pero me parece que de todas maneras, ya solo desde la propia formación cultural, a las mujeres esa parte polígama de nuestra personalidad se le tiende a dar mayor monto de represión.
Por mi parte, honestamente, puedo sentir que soy amigo de mujeres, muchas veces he buscado su consejo y he sentido esa amistad pero... no olvides que al club de Tobi se le tiene prohibido el ingreso de mujeres (creo).
Para nosotros siempre hay más tabú que para ustedes el traspasar la barrera del género.
He podido hacer amistad, también, de mujeres que me han gustado y con las que no ha pasado nada.
No mantengo amistad con ex parejas.

Lota dijo...

Patito, qué lindo todo esto! Emocionante, muy hondo, y en fin, seguro, muy intenso. Hace rato que no nos hablamos.También siento falta de los amigos, los viejos, los nuevos, los más o menos, pero a todos siento hondamente, a los que no es necesario explicarles nada...
Cómo anda esa bicicleta? Un beso, grande, grande

Patricio dijo...

Gracias Lotita... ¡qué bueno poder estar con alguien sin ser necesario tener que explicar nada!
Pato

Anónimo dijo...

Pato, las palabras que leo en tu comentario me llevan hacia mis propios amigos y hacia mis propias soledades ensoñadas. Las ausencias, los recuerdos...
te mando un abrazo
Marcelo

Patricio dijo...

Marcelo, por si me lees, me gusta mucho eso de las "soledades ensoñadas", creo que son del tipo de soledades más gratas que tenemos.