viernes, 25 de enero de 2008
Prosperidad
Curioso, pero es cierto. Antes de terminar el año pasado veia -o leía, no me acuerdo-, que unos investigadores ingleses descubrieron que hay más probabilidad de que los deseos se cumplan cuando se dicen en voz alta, que cuando solo se piensan, y que el solo hecho de formularlos abiertamente favorecía que se llegasen a cumplir (esto, por los deseos que se expresan en las fiestas de año nuevo). Como ustedes saben, mi deseo para este año es que sea mi año de la prosperidad, también saben que este año partió un poco a contrapié (por ejemplo, sigo sin computador), sin embargo casi fui escogido para un trabajo en el puerto de San Antonio que me habría cambiado la vida. Eso fue el viernes pasado y cuando caché que no me iban a tomar me sucedió como en la historia de la lecherita: lata por los sueños esparcidos en el suelo. Aún así este año ha empezado con varias ofertas de trabajo, una ya tomada y varias otras en carpeta, que en su conjunto hacen que me acerque un poco más a mi objetivo de este año: que sea mi año de la prosperidad. Sé que es muy pronto para todo esto, pero me pregunto si los científicos ingleses no habrán hecho un gran descubrimiento. Esto de mentalizarme y señalar siempre cuando es oportuno, que quiero que este sea mi año de la prosperidad, no sé por qué me ha hecho sentirme casi como si fuera próspero o, no sé, como que me ha dado una cierta tranquilidad en ocasiones. Debe ser el verano, debe ser el calor, debe ser la naturaleza, qué se yo, tal vez sea consecuencia de alguna idea que se puso a trabajar en UK y que de rebote la hago mia. Hay varias otras cosas que podría haber pedido. Cuál habría sido el deseo de ustedes?
martes, 15 de enero de 2008
2008
Hace no mucho tiempo atrás sacaba cuentas para saber cuánto faltaba para llegar al año 2000 y me emocionaba pensar que iba a llegar al 2000 y que sería testigo del nuevo milenio, entonces sumaba años para saber qué edad tendría al llegar al año dos mil. Ahora es diferente, ya estoy de vuelta, el año dos mil ya pasó y para saber qué edad tenía para el dos mil ahora tengo que restar. En realidad nada ha cambiado tanto en el mundo y mucho si ha cambiado en mi vida. Ni siquiera recuerdo con quién pasé el año nuevo del 2000, tal vez en la playa, tal vez con mi hermano, lo más seguro con mi familia, no recuerdo. Pero parece broma, ya estamos en la mitad del primer mes de este año 2008 y el tiempo sigue pasando tan rápido como si fuera agua entre las manos. Tengo 43 años, cumplidos hace un mes y vivo con una permanente sensación de incertidumbre y de que hace tiempo se me fue la micro. Me acompañan dos gatos a quienes trato como a los hijos que no he tenido y tengo como perspectiva, nuevamente, pasar unas vacaciones trabajando y cambiandome de casa. En unos dias mas habría sido el cumpleaños de mi mamá y ella ya no existe, tampoco existe la familia que tuve ni nada que fue parte de mi pasado, solo quedan bonitos recuerdos y una añoranza que solo puede apuntar a un futuro posible. Tal vez es hora de sentar cabeza. Tal vez es hora de partir nuevamente. Tal vez es hora de dar un giro. No sé. Este 2008 lo inicio con un deseo personal: que llegue la prosperidad a mi vida. Pero la partida del año solo trae malos augurios, pasé el Año Nuevo en una fiesta fallida, en compañía de unos amigos, vuelvo a Santiago y mi computador se muere y llevo quince días sin poder hacer nada en mi casa y con síndrome de abstinencia informática. En el lugar del vacío dejado por el desperfecto me dedico a leer, a no hacer nada, a ver películas pendientes, a limpiar mi casa y arreglar mi bicicleta. Enero me llega con muy poco trabajo que hacer y con mi cuenta bancaria llegando a los números rojos. Enero me llega con mi hermano separándose de su mujer, de mala manera y con líos de abogados. Enero me llega con la única compañía de mis dos gatos adolescentes en casa y con un creciente olor a mierda en mi patio, tal vez no fue una buena idea traerlos a vivir ahí, pero cómo hacer frente a la ausencia de mi Maira?
En fin, de todas maneras sigo esperando que este 2008 sea un buen año para mi, mi año de la prosperidad.
En fin, de todas maneras sigo esperando que este 2008 sea un buen año para mi, mi año de la prosperidad.
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